En estos días de introspección cuarentenal, repasando el trabajo realizado y releyendo el libro, reflexionaba sobre el carácter adivinatorio inherente a toda obra de arte y en particular sobre el de la pluma de “Protoplasmán” y su asombrosa capacidad para intuir o predecir determinados hechos.
Él mismo Indio reivindicó en más de una oportunidad el carácter oracular de la poesía. Se me ocurren innumerables ejemplos en los que su prosa o las letras de sus canciones se habrían anticipado de alguna manera a los acontecimientos: “Porco Rex” a la gripe porcina, “El Perfume de la Tempestad” al Tsunami en Japón en 2011, “El Monstruo de Panamá” al escándalo de los panamapapers,etc.
¿El Delito Americano predijo el coronavirus? Sin duda las visiones del libro contienen inconscientes mitos junguianos de un tiempo próximo. Tienen algo de la literatura de anticipación propia de la ciencia ficción. Sin embargo, aquellas escenas operarian hoy como recuerdos del futuro. Reminiscencias latentes e inconscientes que,cual cinta de Moebius freudiana y lacaniana, resignifican mas que nunca el distópico presente que nos toca vivir.